“No considero que todo lo que hace este gobierno está mal. Hay que dejar de confundir ‘adversario’ con ‘enemigo’.”
Hay quienes piensan que, en política, hay que apostar a blanco o negro. Así sucedió con el peronismo y el antiperonismo. Así se reproduce hoy en día, con el kirchnerismo y la oposición. Sin embargo, la realidad siempre ofrece sus grises. Y en esa mezcla, que no por menos definida es menos efectiva, se encuentran dirigentes, sindicalistas, líderes de organizaciones sociales y ciudadanos en general que no comparten signo ideológico o partidario pero que avanzan en un mismo sentido. Y ahí, justamente en ese punto, es donde Karina Rial –vecina de Palermo, 39 años, dos hijos, budista, abogada de profesión y guionista de oficio– se ubica.
Militante radical desde los 14 años, Rial se convirtió en la cara de una reflexión que se expandió por el mundo virtual más rápido de lo que su imaginación había concebido: un correo electrónico con definiciones políticas que les envió a familiares y amigos, llegó a circular por la red de miles de usuarios. “Quiero escribir estas palabras, sin ánimo de confrontar –aclaró en su primera línea–. Y lo hago porque todos los días recibo mails criticando-denostando-puteando a Cristina Kirchner: ‘que la yegua ésta’, ‘que la maneja el bizco’, ‘que son los más corruptos’, por eso quiero hacer una reflexión.”
El guante lo recogió una multitud: más de trescientas respuestas en su casilla, decenas de llamados de radios, cientos de pedidos de amistad en Facebook. Un boom que, confiesa Rial, todavía no llegó a entender. “Escribí esas palabras porque me movilizó una cuestión de género. Cuando un presidente hombre grita, tiene autoridad. Si lo hace Cristina es neurótica, histérica o bipolar. La distinta vara me produce malestar”, explica Rial a Veintitrés. Otros blogs, en cambio, encontraron otro fundamento para la misiva: “Es una operación de prensa K”, dispararon poniendo en tela de
juicio la autenticidad de la firma de la abogada.
–Es afiliada radical y votó a “Pino” Solanas. ¿Por qué defiende a Cristina Fernández?
–Porque eso no implica considerar que todo lo que hace este gobierno está mal. Hay que dejar de confundir “adversario” con “enemigo”. Hoy los dirigentes radicales no me representan y por eso cuando la UCR se convirtió en una bolsa de gatos cooptada por la derecha me alejé del partido.
En su e-mail, Rial rescata la estatización de Aerolíneas Argentinas –“...está para garantizar la conectividad allí donde los privados no quieren ir porque no les conviene”–, la Ley de Medios, el modo en que se enfrentó la crisis económica, la Asignación Universal por Hijo, la ley de Movilidad Jubilatoria, la política de derechos humanos, las retenciones móviles para el campo y “la plata de Milagro Sala que, por lo visto, está muy bien manejada: construye casas, polideportivos y piletas de natación para quienes no tienen dinero”. Y, como toda abogada, argumenta con pruebas: “Si leen la plataforma electoral del FPV, como lo hice, casi todas las medidas que sancionó el oficialismo estaban allí. O sea que eso de prometer y no cumplir no aplica. El que la votó y ahora la putea debió haber leído antes”.
–¿Recibió críticas de sus correligionarios?
–Más que críticas, muchos me hicieron saber que les hubiera gustado que Raúl Alfonsín hubiera tenido el carácter para encarar estas transformaciones. Yo siento lo mismo. Los dirigentes nacionales del partido deberían pensarlo. Pero pareciera que bancar al oficialismo en algunas medidas está mal visto.
El Argentino
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