lunes, 16 de marzo de 2009

CÁMPORA POR CÁMPORA*



Con motivo de la conmemoración del 36º aniversario de la victoria de Héctor J. Cámpora, en las elecciones presidenciales del 11 de marzo de 1973, se realizaron distintos actos, entre los cuales destacamos el llevado a cabo en la localidad de San Andrés de Giles.
Alli, su nieto, Santiago Cámpora, destacó la lucha del “Tío” por la justicia social.

A continuación, las palabras de Santiago Cámpora recordando a su abuelo: “Señores Diputados Nacionales, Autoridades Municipales, Policiales y Eclesiásticas, Señores, Señoras, Familiares, Amigos, Vecinos, Compañeros y Compañeras:
Es un gran orgullo tener la posibilidad de expresar unas palabras en esta ocasión en que se recuerda un día tan importante para la historia de nuestro país.
Es, además, una inmensa alegría para mí y para toda mi familia, a quien me toca representar en esta ocasión, que la iniciativa de un homenaje a mi abuelo, provenga de personas que tal vez no tengan sus orígenes en el justicialismo, pero que sin lugar a duda consideran la figura de Héctor J. Cámpora y su trayectoria.
Creo que en parte, esto es consecuencia del hecho que, mi abuelo, durante toda la actividad en su vida política, se caracterizó por ostentar valores que merecen reconocimiento, sin importar el color político del que se provenga. Estos son, entre otros, su honradez, su lealtad y su modestia.
Otro de esos valores fue su profundo reconocimiento de la necesidad de practicar una convivencia democrática. Hecho que le permitió integrar en la década de 1970 ¨ La hora del pueblo ¨, organización que fue la expresión de un espectro amplio de partidos políticos, que trabajaron inclaudicablemente para que nuestro país pudiera retomar el sendero democrático, del que nunca debió, ni debiera apartarse. Aquella organización multipartidaria estuvo integrada por referentes del Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista Argentino y el Partido Conservador Popular, entre otros. Tiempo después, el 11 de marzo de 1973, el deseo del pueblo argentino de volver a tener un gobierno legal y legítimo pudo plasmarse en las urnas. Héctor José Cámpora fue proclamado presidente de la Nación, y con el, se iniciaba una nueva etapa de nuestro país. Etapa llena de esperanzas e ilusiones de poder transformar una realidad marcada por las postergaciones sociales. Etapa que algunos dieron por llamar la primavera camporista. Más allá de que en aquella ocasión obtuviera la victoria el Frente Justicialista de Liberación, creo que las elecciones marcaron, a todas luces, la victoria de la democracia por sobre el autoritarismo que había violentado durante muchos años la soberanía popular. La historia dirá que aquel gobierno duró tan sólo 49 días, pero sus ideales han trascendido a través del tiempo, de modo que aún hoy siguen vigentes. Encuentro importante entonces, que además de recordar su figura, su intachable conducta y su indudable calidad como persona de bien, recordemos aquellos ideales por los que tanto luchó. Entre ellos, quiero resaltar el principio de la justicia social. La justicia social fue uno de los emblemas ideológicos de aquel 1973 y, sin lugar a duda, es un tema de amplia relevancia y vigencia para nuestros tiempos. Una nación sin justicia social, no puede de ninguna manera llamarse democrática. Creo que los argentinos tenemos la responsabilidad y el deber de trabajar arduamente para saldar la deuda social que hemos acumulado durante largos años. Deuda que tiene a la pobreza y la indigencia como estandartes, deuda que no claudicará si no se toman medidas apropiadas para subsanar la inequitativa distribución del ingreso, las desigualdades territoriales, la precariedad habitacional, la mortalidad infantil y el bajo nivel de educación, entre otros aspectos. En definitiva, variables con las cuales no se puede caer en el conformismo mediocre del avance relativo, sino que necesitan un avance absoluto y perdurable en el tiempo. En este sentido, creo que no me equivoco al afirmar que hay cuestiones sobre las cuales se deben tomar políticas de largo plazo, las cuales deben surgir de un consenso entre todos los actores de la sociedad y, a su vez, entre sus representantes. Consenso que se enriquezca a través del debate y que permita plasmar en la práctica estos ideales, porque hace tiempo que es hora de pasar de lo discursivo a lo práctico, y porque los postergados, los marginados de nuestro país no pueden esperar más.
Para finalizar, quiero agradecerles, de todo corazón, en nombre de mi familia, y de todos aquellos que lo recordamos, este sincero homenaje que han decidido rendirle en el día de la fecha. Es mi deseo que su persona y sus convicciones permanezcan presentes y que nos guíen en el desafío de la construcción de un mejor país para todos. Muchas gracias.”


*Nuria Reartes Diani y todos los cros. de La Cámpora Córdoba, agradecen al Cro. Santiago la especial consideración al enviarnos este discurso.

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