lunes, 22 de marzo de 2010

Durante la crisis, Argentina fue la quinta mejor economía del G-20


El mundo vivió el año pasado una de las crisis económicas más virulentas de los últimos dos siglos. En ese contexto, la economía de Argentina logró expandirse 0,9%. Si bien los datos son polémicos por tratarse del INDEC, organismo cuestionado desde la intervención morenista, muchos analistas coinciden que el país, como otros emergentes, pudo sortear la crisis mejor de lo que se esperaba.
Un ranking elaborado por ámbito.com, en base a datos oficiales de los países, coloca a la Argentina como la quinta economía con más crecimiento entre el Grupo de los 20. Se ubicó por detrás de China (+8,5), India (+5,6), Indonesia (+4,5) y Australia (+2,7%). Aunque con discutidas implementaciones, los pilares para sostener la actividad argentina fueron una mayor intervención estatal, un incremento del gasto público y el mantenimiento de los superávit tanto comercial como fiscal.
Según la opinión de distintas organismos, como el FMI y el Banco Mundial, lo peor de la crisis pasó y en 2010 el PBI mundial volverá a tener signo positivo. Las perspectivas económicas para la economía local si bien se alejan de "las tasas chinas" de años anteriores, ubican la expansión para este año entre 4 y 5%.

La gran crisis
La crisis financiera desatada por la burbuja inmobiliaria, allá por setiembre de 2008, impactó de lleno en la economía mundial al año siguiente. Si bien durante el último trimestre de 2008, la actividad económica global comenzó a desacelerarse, en 2009, la crisis llegó a enquistarse de manera contundente dentro de la economía real. Muchos países, incluyendo a las grandes potencias, sufrieron grandes caídas, incluso, superiores a las que hubo tras la depresión de la Segunda Guerra Mundial. Estadísticas mundiales marcaron una depresión del intercambio comercial, que cayó 12% según datos de la OMC, también los flujos globales de inversión extrajera cayeron 39% (UNCTAD) y el número de desempleados en el mundo alcanzó cerca de 212 millones de personas (OIT).
A lo largo de 2009, ante el freno global, los Estados tuvieron que tomar mayores intervenciones dentro de sus economías. A los gigantescos paquetes de estímulo, que incluían salvatajes a bancos y empresas, para mantener los niveles de actividad se sumaron modificaciones de las políticas monetarias, que fueron las medidas más utilizadas para atenuar la parálisis de la economía global. Los primeros resultados no fueron buenos, pero entrando al segundo semestre varios países pudieron salir de la recesión.
G-20
China (+8,5%), India (5,6%) e Indonesia (+4,5%) se subieron al podio de los crecimientos económicos más alto entre los países del G-20. Los desempeños no son casualidad: según la opinión del FMI y del Banco Mundial los "emergentes" pilotearon mejor la crisis, e incluso, serán protagonistas en 2010 para dar el empujón final a la recuperación global. Las grandes expansiones que lograron sus mercados internos son uno de los grandes aciertos de estas naciones. Detrás de ellos, se ubicó Australia (+2,7), que pudo logró escapar a la recesión gracias al paquete gubernamental y además se dio el lujo de ser el primer país del G-20 en elevar, durante octubre, sus tasas de interés a sus niveles pre-crisis.
Con Argentina (+0,9) y Corea del Sur (+0,2) se terminan los resultados positivo en el Grupo de los 20. Ahí está Brasil, una potencia en ascenso, que cayó 0,2% pero marcó una fuerte recuperación en sus últimos dos trimestres. Para nuestro principal socio comercial, el FMI le augura una expansión de casi 5% en 2010. Detrás del gigante sudamericano, aparecen Arabia Saudita (-0,8%) y Sudáfrica (-1,8%), el país organizador del Mundial de este año.
El G-8, los países más industrializados del planeta, no pudieron escaparle a las contracciones: Francia (-2,2%), EEUU (-2,4%) y Canadá (-2,6%), Reino Unido (-3,3%), el bloque de la eurozona (-4%), Alemania (-4,9%), Italia (-5,2%), Japón (-6,5%) y Rusia (-7,9%). Los países europeos sufrieron fuertes frenos a sus economías por una depresión de sus industrias y su comercio exterior. Hasta China le arrebató a Alemania el galardón de ser el primer exportador del mundo, premio que los alemanes conservaron por décadas. A los japoneses se les sumo una deflación en sus precios, que mucho hizo recordar a la "década perdida" que sufrieron allá por los 90'. En tanto, para la principal potencia del mapa global las cosas aún no son sencillas. EEUU pudo salir de la recesión durante el tercer trimestre y consolidó su recuperación en el cuarto, pero la fragilidad de su mercado laboral continúa siendo el mayor peligro para la administración de Obama.
Argentina en la crisis
Tras la caída registrada en el período que comprende abril y julio, la economía local comenzó a mostrar señales de recuperación en el segundo semestre. Con la fuerte, pero discutida, intervención estatal, la Argentina cerró 2009 con una expansión de su economía. El superávit comercial ($ 16.980 millones) y fiscal ($ 17.278) con el aumento- para algunos excesivo y para otros necesario- del gasto público sirvió para sostener la inversión, el empleo y el consumo.
Con la suba de la inflación desde el 2007 y con la recesión global, la inversión no tuvo el desempeño que venía teniendo años anteriores. Según un estudio de Orlando Ferreres tuvo una contracción de 10,6% en 2009. Sin embargo, los niveles se fueron recuperando con el correr del año: tras caer 16% anual en el primer trimestre del año, en el último, la baja fue de 2,6% anual.
Respecto al consumo se dio una mayor alza de los bienes no durables que los durables. Al incremento de las ventas de los alimentos y otros productos de primera necesidad se agregaron mejoras en los sectores de indumentaria y electrodomésticos. Resultó posible por un mantenimiento del empleo que se le agregó la implementación de la asignación universal por hijo, logrando un bolsillo más amplio de los sectores más postergados de la economía. Y en cuanto al empleo, lejos estuvo de ubicarse en línea con las primeras estimaciones, que hablaban de una destrucción del mismo. Así el año cerró con un desempleo en leve baja ubicándose en 8,4%,
Otros dos pilares del PBI local como la industria y la construcción tuvieron repunte en el cierre del año. La industria logró subir 0,4%, gracias al aumento de la actividad en los últimos meses del año, creciendo en el cuarto trimestre un 5,2% y presentando en el último mes del año un crecimiento de 9,7% respecto de igual mes de 2008. En tanto, la construcción pese a la recuperación del último trimestre cerró con una baja de 1,6 por ciento. Desde el sector afirmaron que la inversión pública tuvo una influencia positiva para impulsar el repunte y atenuar la caída anual.
Perpectivas para el 2010
Los "brotes verdes" de la economía de los que tanto se habló durante la segunda parte del año pasado comenzarán a florecer en este año. El PBI mundial se recuperará pero tendrá una composición interna asimétrica. Mientras los emergentes tendrán un crecimiento promedio de 6%, los desarrollados crecerán en torno al 2%. Según las últimas estimaciones del FMI, el Producto Bruto Interno global avanzará 3,9% tras la caída del 0,8% en 2009.
La intensidad de la demanda de China, India y Brasil podrá darle un fuerte estímulo a la actividad económica global.
Para la Argentina, la recuperación de los chinos y los brasileños es de suma importancia: son los principales clientes de nuestros productos agrícolas e industriales respectivamente. La cosecha récord de soja, que pasará de los 32 millones de 2009 a los 52 millones en este año, y el repunte que se espera de la producción automotriz serán de ayuda para intercambiar con esos países. A esto se suma un consenso más optimista por parte de los analistas privados sobre las proyecciones de la economía local. En 2010, la expansión de la actividad económica estará entre 4 y 5%, con un incremento de la inversión, consumo y empleo.
Sin embargo siempre hay más incógnitas que certezas cuando se trata de proyecciones. Qué pasará luego de que se cierre el canje de deuda- importante para reabrir el crédito externo para el sector público y privado-; cómo se controlará, tras la crisis, el gasto público; y cómo se frenará la inflación son los algunos de los interrogantes. A esto se suma un año clave para la política: será la antesala para las elecciones presidenciales de 2011.

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