Los senadores del “Corralito”

Por Jorge Giles
Si el rejunte político opositor no baja un par de cambios en su ofensiva contra la democracia, en pocos días más tendrán que construir un helipuerto en las terrazas del Senado.
Repetirían su historia.
Es que gran parte de los senadores opositores que dieron el golpe palaciego contra Mercedes Marco del Pont, es decir, contra el gobierno nacional, son los mismos que provocaron en el 2001 el “corralito” bancario contra millones de ahorristas.
Míreles la cara. Vale el esfuerzo. Gobernaron con Menem, De la Rúa, Rodríguez Saa, Duhalde. Son ellos.
El dato de por sí es grave.
Pero mucho más grave es que la cabeza les sigue funcionando exactamente igual.
Por eso ahora, con la misma receta, intentan ponerle un “corralito” a las reservas monetarias que son del pueblo y no de los poderosos intereses económicos que ellos representan.
Que no se ofendan cuando la gente dice que “no se les cae una idea”.
El país fue ingobernable cuando algunos de los que están en esa “foto de familia” en el Senado de la Nación, desde Menem a Carrió, gobernaron el país.
¿Alguno de ellos gobierna actualmente?
La respuesta obvia es “No”

Gobierna la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Gobierna la Asignación Universal por Hijo y la recuperación del empleo y la producción nacional.
Entonces, tranquilos, todo está bien para la Argentina.
La economía sigue creciendo. La Corte Suprema de los EE.UU falló contra los fondos buitres y liberó los 200 millones de dólares retenidos que son de la ANSES. El desendeudamiento se hará con las reservas como decidió oportunamente el gobierno.

Y además, habló la Presidenta.
El golpismo mediático que desembarcó de la mano de Cobos, empezó a mostrar las hilachas.
Creyeron que asaltaban una colina y allí quedaron, aislados y empantanados.
Se dieron una borrachera con el poder prestado del monopolio mediático que les baja línea.

El general “Mag-Neto” dirige las operaciones bélicas desde su lecho.
Bombardea con titulares y editoriales criminales y perdona con el silencio, por ejemplo, la confirmación de una causa judicial contra el diputado Aguad por la “desaparición” de un vuelto de 60 millones de dólares en su paso de interventor aliancista.
Esta vez fueron demasiado lejos.
Pero la memoria no otorga indultos. Y esta nueva democracia tampoco.
En las próximas elecciones deberán pagar al contado todas y cada una de estas tropelías golpistas.
Son escandalosamente antidemocráticos.

¿Sabe cuantos bloques y bloquecitos hay en el Senado?: 23 bloques.
Existen 15 monobloques, con un solo senador. 6 bloques están integrados por 2 senadores. La UCR cuenta con 14 senadores y el Bloque PJ-Frente para la Victoria ¡con 31 senadores!

Queda claro que el bloque mayoritario, el del oficialismo, dobla en cantidad al segundo y supera por una treintena al resto.
Entonces ¿de qué democracia hablan los opositores cuando proclaman la defensa de las instituciones y a renglón seguido las violan impúdicamente?

Amontonan a diestra y siniestra con el único fin de asestar un golpe al gobierno y negarle al bloque oficial su legítimo derecho a ocupar el lugar que le corresponde en las Comisiones donde se deciden las leyes que hacen a la gestión y la gobernabilidad.
¿Es o no es un asalto a cara descubierta y a plena luz del día? ¿Cómo justifican que mediante el ardid del amontonamiento dejen en minoría al bloque mayoritario?

En la Cámara de Diputados ocurre lo mismo.
Corramos los cortinados del Parlamento para desnudar esta maniobra opositora de minorías dispersas que sólo lograrían sus propósitos destituyentes si pueden sentar en un mismo grupo a una diversidad tan brutal como la que intentan reunir en ambas Cámaras legislativas.
Está por verse.
Todas las verdades son relativas, pero hay descripciones que no lo son. Y por lo que sabemos 31 es más que el doble de 14.
Y es más.
Con Hebe y las Madres cubriendo la Plaza. Con el movimiento obrero. Con el empresariado nacional.
Con los que en la calle, codo a codo… somos muchos más que dos.